Uno de los mayores triunfos a los que puede aspirar un escritor, es a la creación de una voz personal, de un estilo propio e inconfundible, que permita al lector, al leer solo algunas páginas, reconocer con facilidad al autor que se encuentra detrás de esas páginas.
Desafortunadamente, el éxito literario suele ser un arma de doble filo, ya que mientras un escritor termina una obra y da cierre a un ciclo, los lectores ya se han casado con esa historia, lo que suele impedir la transición a otras historias de diferente temática.
Muchos escritores han creado obras que llegaron a convertirse en un éxito en ventas, tanto así, que una buena proporción ha pasado a ser lectura obligada, pero siempre existen joyas que no llegan a ser tan conocidas y por alguna razón quedan relegadas al rincón del olvido hasta que alguien hace mención de ellas.
Pensando en esto, mostramos a continuación una lista con obras poco conocidas de grandes escritores y que vale la pena detenerse a leer aun cuando difieran de los temas y estilos qué tanto han fascinado al público con libros anteriores.

Algunas obras poco conocidas de grandes escritores
Los placeres y los días, Marcel Proust
Muy diferente a su inmortal obra En busca del tiempo perdido, este libro consiste en una serie de cortar intervenciones literarias en las que se encuentran poemas, relatos, narraciones breves y reflexiones que Proust escribió entre los 20 y 23 años. El propio escritor fue quien publicó su decadentista obra, la cual supone una nueva forma de leer la obra de Hesíodo del mismo nombre.
Notas de América, Charles Dickens
La crítica social es un tema recurrente en la obra de Dickens, pero este nunca había sido mostrado de una manera tan sangrante como en Notas de América. Entre enero y junio del año 1842 el escritor visitó los estados unidos y dejó por escrito sus impresiones sobre la sociedad norteamericana en este diario de viajes.
El examen, Julio Cortázar
Esta primera novela del escritor argentino no llegó a ver luz, sino hasta después de 40 años de ser concebida. Esta novela de transición expone un trabajo literario experimental, aunque no tan profesional como el que mostró en Rayuela, pero en la que sin embargo esos elementos de juego con la estructura son claramente perceptibles.
El gato y el diablo, James Joyce
Joyce es un escritor con fama de ser difícil de leer, tanto por su estilo experimental, como por su tendencia exagerada al uso de neologismos. Novelas como el, Ulises y Finnegans Wake le avalan.
Sin embargo, el escritor irlandés escribió este cuento para su nieto, cuyo relato es la típica historia donde se hace un trato con el diablo. Como es de esperar, el relato no escapa a algunas de las bromas típicas joyceanas y donde se puntualiza que el diablo habla muy mal el francés con un fuerte acento de Dublín.
La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile, Gabriel García Márquez
Este libro de García Márquez fue prohibido en Chile durante muchos años, debido a que se trata de un reportaje sobre la forma en que se internó Miguel Littín en su propio país, Chile.
Los hechos tienen cabida durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet en el que se emitió una lista en la que muchos exiliados podía retornar al país, pero Littín no figuraba en ella, motivo por el que tomó la decisión de ingresar con un pasaporte falso y filmar a sus connacionales para luego salir y exponer la situación de su país en el extranjero.
Estas son solo algunas de las muchas obras poco conocidas de grandes escritores, pero que, sin embargo, sirven como reflexión no solo para hacer la búsqueda de aquellos libros de los autores que fascinan a cada lector y que se encuentran en el rincón del olvido, sino también para aprender a darle una oportunidad a las historias, que aunque nada tengan que ver con las temáticas que nos cautivaron al inicio, pueden terminar por sorprendernos.