Mujeres es una novela del escritor norteamericano Charles Bukowski publicada en el año 1979. En esta el autor narra las andanzas de Henry Chinaski, quien es el alter ego del propio escritor, y su proceso de autoconocimiento que termina por conducirlo al encuentro del verdadero amor, pero antes pasando por toda una maratón sexual con diversas mujeres, en su mayoría bastante jóvenes.
Pero adicional a esto, cada uno de sus actos están acompañados de un irreductible alcoholismo, que suelen colocar al protagonista en situaciones nada placenteras frente a sus diferentes amantes. La narración está hecha en primera persona, por lo que no es de extrañar que la descripción de cada uno de los hechos, y sobre todo de los sexuales, se encuentren realizados de forma bastante directa y explícita.
En Mujeres, el escritor nos coloca frente a su alter ego, Henry Chinaski, el “viejo indecente”, el perdedor nato, que se encuentra ya en sus cincuenta años con una creciente reputación literaria, algo de dinero en el banco, y por supuesto, mujeres, muchas mujeres.

Imagen de Charles Bukowski, autor de Mujeres
Estas mujeres con frecuencia suelen ofrecérsele al protagonista en sus recitales de poesía, le escriben cartas procaces y lo llaman por teléfono sin cesar. Chinaski, como buen viejo verde, las quiere a todas, quiere desquitarse de sus largos años de forzada abstinencia.
Pero pese a todo, esa increíble maratón sexual a la que se somete el protagonista, resulta ser un proceso de aprendizaje, de conocimiento, en el que Bukowski escatima sarcásticas observaciones sobre sí mismo, y en el que el machismo que prevalece en algunas de sus otras obras queda seriamente erosionado. Todo esto de la mano de incontables borracheras, ya que el alcohol es el mecanismo que a la vez que le permite vivir también lo destruye.
Mujeres con todo esto, parece ser una novela sobre el sexo y borracheras, pero en realidad se trata de un poema sobre el amor y el dolor, solo hay que saber identificar esto sin caer en los prejuicios que suelen generar temas como los ya mencionados.
Sin duda con este libro de Bukowski, el lector se encontrará frente a una obra maestra sobre la naturaleza del sexo y su estrecha relación con el amor. Una obra maestra que sin duda más que leer, hay que vivir para poder entenderla hasta sus últimas consecuencias. Como bien decía Deleuze, para entender a un borracho o a un drogadicto había que emborracharse y drogarse.
Esto indiscutiblemente resulta un poco extremista y más si se toma en cuenta la vida que lleva el protagonista, pero sin ser tan literal, lo que sí se puede afirmar, es que, para aquellos que no han usado o no han sido usados por alguien de seguro comprender las palabras del escritor puede resultar fácil, pero para el lector que si sabe en carne propia sobre esto sentirá como le golpean el alma.
Esta sin duda termina siendo una novela digna de una ilustración sexual, tan necesaria como urgente, para una época como la nuestra, donde el eros domina de forma caricaturesca y esperpéntica.
Mujeres es un libro para atreverse a pensar en el sexo y, sin duda alguna, una excelente primera opción para hacerlo, ya que solo el conocimiento filosófico sobre el sexo es lo que puede llevarnos a desterrar de nuestras vidas la gran mayoría de las relaciones sin sentido que la sociedad parece colocarnos en bandeja de plata.