La máquina de Joseph Walser – Gonçalo M. Tavares

«La Máquina de Joseph Walser» es parte de la tetralogía El reino, Jerusalén, Un hombre: Klaus Klump, y la novela ganadora del Premio al Mejor Libro Extranjero 2010, en Francia: Aprender a rezar en la era de la técnica.

Publicado en 2007, esta obra consta de tres partes divididas en capítulos.

Sinopsis de La máquina de Joseph Walser

Como pronostica el encargado Klober Muller, «el problema no son las máquinas que se acercan a la ciudad, son las máquinas que ya están aquí». Joseph Walser, de hecho, no se revoluciona con la llegada de las máquinas de guerra a la ciudad. Además, casi nada sabe de las atrocidades de la ocupación militar cometidas por las armas y tanques metálicos. Haciendo caso omiso de la matanza, prefiere dedicarse a su inútil colección de piezas únicas.

Creyente ferviente de la exactitud, Walser idolatra los mecanismos que operan con destreza en la fábrica. Su vida, como el funcionamiento de la máquina que le paga el sueldo, no tolera la existencia del error y se divide entre los movimientos del trabajo y los intervalos de descanso. En las noches de los sábados, se limita a las combinaciones de seis números. Los domingos, encerrado en la habitación de los hijos que nunca tuvo, Walser organiza, diseña, cataloga y describe los elementos de su colección absurda, clasificados en los estantes según la función para la que fueron fabricados.

Y, aun, en tiempos de guerra, la ciudad aún necesita de las mercancías fabricadas por la máquina de Joseph Walser. Sin embargo, la vida de Joseph no permanece imperturbable por mucho tiempo.

Portada de La máquina de Joseph Walser

Portada de La máquina de Joseph Walser

Crítica de La máquina de Joseph Walser

Por ser parte de una tetralogía, esta novela mantiene una relación directa con los otros tres libros de la serie “El reino”. Teniendo como tema central la guerra y la posguerra, Tavares va más allá de la narración de los hechos, trae un personaje-máquina: un hombre frío y calculador que llega a pensar en robar una mano para sustituir aquella dañada, como un intercambio de piezas.

La relación hombre-máquina es fundamental para el contexto del libro, su peculiaridad en relación con el mundo nos remite a un pensamiento filosófico; así, Tavares nos muestra los efectos que el desarrollo de la tecnología puede provocar en la sociedad.

En las primeras páginas, es imposible no identificar el comportamiento metódico y preciso de Walser, un típico comportamiento de una máquina; sin embargo, creamos la esperanza de que aquello solo pase por un comportamiento, y no por una realidad, y esa es la gran perspicacia de Tavares, jugar con el lector, hacerlo ir más allá de la lectura y, además de los personajes, llegar a lo que realmente importa: la condición humana del lector.

Este cuestionamiento está presente en todos los libros de la trilogía El Reino. Por otra parte, esta capacidad de tocar el lector es una de las características de Gonçalo M. Tavares, ya que construye una narrativa que se relaciona profundamente con las distopias de Kafta y Canetti.

Tavares realmente deseaba llegar al lector, pero con palabras, sino con pensamientos, induciendo al cuestionamiento y la duda; con el fin de que las actitudes propuestas pudieran ser aceptadas con facilidad, al mismo tiempo en que aporta al lector una investigación filosófica, no sólo del personaje, sino de sí mismo.

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