La historia creada por Katarina Bivald no presenta un argumento lleno de giros en la trama, ni mucho menos es una novela que nunca se ha contado antes. Pero, la sorpresa se encuentra en el hecho de que la protagonista de ser una apasionada por los libros y en la ausencia de temor (a pesar de ser muy tímida) de decir que los libros son mejores que las personas.
La trama se desarrolla en la pequeña ciudad de Broken Wheel, en el estado de Iowa. Sara, la protagonista, es una sueca devoradora de libros que decide pasar las vacaciones en la ciudad para conocer a Amy Harris, su gran y tal vez única amiga. Ellas no se conocen personalmente, pero suelen intercambiar tarjetas y libros – tanto es así que la joven ya conoce todos los residentes de la ciudad por medio de las cartas de Amy. Al llegar allí, Sara descubre que Amy falleció. En realidad, ella llega en medio del velorio de su amiga. Ahora está sola en una ciudad donde pasó a ser el principal tema (hasta el consejo municipal se unió para lidiar con el hecho de que Sara dejó de ser la invitada de Amy y se convirtió en la invitada de Broken Wheel). Y, el principal, que Sara va a tener que lidiar con el sobrino de Amy.
Como el título anuncia, estamos hablando de un final feliz. Pero eso no hace que perdamos fácilmente el interés en la lectura. Es una lectura ligera, sólida. No te van a dar ganas de saltar capítulos, como sucede en algunos libros cuando la lectura se empieza a poner tediosa. Los personajes (con la excepción de Sara y Amy) y la ciudad, son sumamente caricaturescos: un único matrimonio gay, el alcalde que mantiene el orden en la ciudad, el ex-alcohólico, el guapo, etc.; y esto le da un “sabor” único al libro. Son personajes apasionantes y cada uno tiene una participación importante en el desarrollo de la historia.
El punto más destacado de la lectura, sin duda, está compuesto por el pensamiento de Sara respecto a los libros. Son observaciones y opiniones muy cerca de un devorador de libros de la vida real. Si eres un(a) amante de los libros; sin duda vas a identificarte con el personaje, con sus lecturas, y con su pasión por la literatura.
«Era aburrido pensar en libros como cosas que deberíamos leer sólo porque otras personas leían. Además, se distraía con facilidad. Había libros demás en el mundo para mantener cualquier tipo de plan». (pg. 145)
Quizás, el único “pero” del libro sea su final, que pierde un poco de fuerza; ya que en las páginas finales las cosas van sucediendo sin grandes explicaciones. Sin embargo, esto no le quita el encanto del libro – sólo da la impresión de que el final aparece abruptamente. Pero en general estamos hablando de una lectura suave, divertida, romántica y llena de citas literarias increíbles. Una novela recomendada para todos los amantes de los libros y la literatura.