Natasha es una chica que cree en la ciencia y en los hechos. No cree en la suerte. Ni en el destino. Mucho menos en los sueños que nunca se harán realidad; en otras palabras, se trata de una persona “realista”. No es el tipo de chica que se enamora perdidamente de un chico lindo que se encuentra en una calle concurrida de Nueva York. No cuando su familia se encuentra a 12 horas de ser deportada a Jamaica.
Así mismo, Daniel es un buen hijo y un buen estudiante. Siempre ha estado a la altura de las grandes expectativas de sus padres. Nunca se permitió ser poeta, ni soñador. Pero, cuando la vi, me olvidé de todo eso. Hay algo en Natasha que me hace pensar que el destino tiene algo extraordinario reservado para nosotros dos.
Cada momento de nuestras vidas nos ha traído a este momento único. Hace un millón de futuros delante de nosotros. ¿Cuál de ellos se convertirá en realidad?
No hablaremos directamente de la trama; ya que queremos que los sorprenda a ustedes. Deseamos que la lectura sea un descubrimiento agradable. Esto significa que se trata de un libro recomendable, pero un libro ideal para todos aquellos que justan de las novelas juveniles y novelas de amor. No obstante, en general, se trata de una novela que vale la pena y, pude ser que, aunque prefieras otras temáticas en relación con la lectura, este libro es tan cautivante, gracias a sus personajes y a la trama, que fácilmente puede gustarte.
En contraposición, hablaremos más sobre los personajes; por su parte, Tasha es extraordinaria, así como Daniel; pero no sólo ellos, cada personaje es sumamente interesante a su manera, como Irene, Hannah y el Sr. Fitzgerald. Es increíble lo mucho que la autora consigue que sus lectores se muestren empáticos con la historia de sus protagonistas, pero con la de sus personajes secundarios también.
Esto no es usual; es decir, que los personajes secundarios tengan este énfasis – y por destacados no significa que haya varias páginas dedicadas a ellos, porque no fueron muchas. Pero son suficientes para hacerlos reales y significativos. Para que cada uno cuente con su propia historia con principio, medio y fin.
La escritura de Nicola Yoon es magnífica. Si la autora ya había demostrado su talento con su primer libro, con El sol también es una estrella firmó su lugar en la lista de nuevas revelaciones. Las páginas fluyen sin que te des cuenta; ya que la historia está muy bien escrita, de principio a fin. Cada mínimo detalle y cada pequeño acontecimiento tiene una razón de ser y eso es fascinante.
Concluyendo: El sol también es una estrella cuenta una hermosa historia, regada de coincidencias, poesía, datos científicos y de fe en el destino. Una historia que merece ser leída, releída y guardada. De esas que te hacen suspirar, te dejan sonriendo y te hacen tener un poco más de esperanza en el universo. Sin duda, una novela que vas a recordar durante mucho tiempo.