Inglaterra, septiembre de 1919. Tristan Sadler, de veinte y un años, toma el tren de Londres a Norwich para entregar unas cartas a su hermana, pero las cartas no son el verdadero motivo del viaje de Tristan. Ya no soporta el peso de un secreto que lleva en el fondo de su alma, y está desesperado por deshacerse de ese peso, por lo que termina revelando su secreto.
Mientras narra los detalles oscuros de una guerra que para él ha perdido el sentido, Tristan habla también de su amistad con Will, desde el campo de entrenamiento en Aldershot, donde se encontraron por primera vez, hasta el tiempo que pasaron juntos en las trincheras del norte de Francia. El lector puede presenciar el relato de una relación intensa y complicada, que ha proporcionado alegrías y descubrimientos, pero también fue motivo de mucho dolor y desesperación.
Este es un libro ni un poco convencional que te hará entrar en una máquina del tiempo directamente a la mente de un perturbado soldado de la Primera Guerra Mundial. Tristan, inicialmente, parece un típico hombre de principios del siglo XX, por el periodo que sirvió a su país en la guerra. La historia gira, básicamente, en dos períodos de la vida del protagonista, ambos justificando poco a poco los motivos de ciertos acontecimientos de uno y de otro.
Es un libro que te hace revisar ciertos principios, lleno de fuertes emociones, con sus giros hasta el último momento y un final tan desagradable, de una manera positiva, que no lo olvidarás con facildad. La manera como la historia comienza en el «momento presente» de Tristan nos sitúa en su búsqueda de un ajuste de cuentas con su pasado. Y su peor enemigo son sus recuerdos.

Portada de El Pacifista de John Boyne
Un gran acierto es que Tristan es construido como un personaje sumamente completo que me identifico con muchos de sus pensamientos, algunos tan íntimos que parece que el autor se basó en relatos fidedignos de la 1° Guerra. Su coraje impulsivo y constante falta de iniciativa lo hace ver como un ser humano endeble y, a la vez, fuerte, debido, sobre todo, a las situaciones inhumanas que la guerra lo hizo pasar.
En cuanto a los personajes secundarios; debemos subrayar que el libro cuenta más acerca de los temores y de los acontecimientos de la vida de Tristan, por lo que el resto de los personajes se encuentra en segundo plano. Entre ellos, aparece Will, por quien Tristan guarda una secreta pasión, (sí, el libro aborda temas como homosexuales). Como muchos jóvenes, alistarse en el ejército era el sueño de Will; por lo que, en un principio, esto es reflejado como uno de los objetivos, no sólo de Will, sino de muchos jóvenes de su edad y condición. El resto de los personajes aparece con frecuencia, hay que señalarlo, no aparecen ni los conocemos con la misma intensidad.
Conclusiones sobre el Pacifista de John Boyne
El Pacifista es un libro recomendado para todos aquellos que gustan de las novelas basadas en temas históricos. Una obra que aborda la vida de un personaje al que la guerra lo destruyó, pero parece que ha encontrado, de nuevo, un motivo para vivir.