Este volumen reúne seis cuentos, ambientados en África, Europa y Brasil, que reflejan el absurdo de la condición humana, la extrañeza y inadaptación que transforman la vida en soledad o exilio, tema que marcó toda la obra de Camus, un hombre que supo resumir las grandes cuestiones sociales y políticas de su tiempo, tanto en el campo de la filosofía como en la ciencia.
El cuento de la apertura de esta antología, «La adúltera», es una narración psicológica en la que el adulterio no se concreta de la forma como se sugiere en el título. Una pareja de franceses, Marcel y Janine, viaja a una región inhóspita en el interior de Argelia con la finalidad de vender tejidos directamente a los mercaderes árabes.
Ella acompañó a su marido porque «sería preciso demasiada energía para rechazar», tal vez una señal de desgaste de una larga relación en la que «los años habían pasado, en la penumbra que se encargaban de mantener, con las persianas semicerradas». La crisis existencial de Janine es despertada por la extrañeza de la inmensidad sin límites de la naturaleza, la belleza de la fuerza del desierto que hace que ella sienta por primera vez su vacío interior y siente que vive una vida sin sentido al lado de su marido.
En «Los mudos» el autor recuerda pasajes de su infancia, cuando tenía un tío un poco sordo que era tonelero (fabricante de toneles y barriles), profesión que Camus, proveniente de una familia pobre y huérfano de padre, probablemente habría seguido de no ser por el apoyo de un profesor de la escuela primaria. En el cuento, un pequeño grupo de obreros vuelven al trabajo después de una huelga fracasada por mejores salarios. Los empleados, sin ninguna combinación previa, adoptan la misma postura de frialdad en relación a Lassalle, permaneciendo enojados y mudos ante las tentativas de aproximación. Sin embargo, la situación tiende a cambiar cuando la hija del jefe se encuentra gravemente enfermo y la mudez de los trabajadores gana la connotación de la preocupación por la salud del niño. La solidaridad de aquellos hombres pobres parece estar por encima de la huelga y de los problemas sociales que la han provocado.
«La piedra que crece» es un cuento inspirado en un viaje de Camus a Brasil en 1949, cuando fue hasta Iguape, una ciudad ubicada en la costa sur del Estado de São Paulo, para conocer la fiesta en honor al Señor Buen Jesús de Iguape, acompañado de Oswald de Andrade. El cuento narra las experiencias de un ingeniero francés que trabaja supervisando la construcción de una presa. Él se sorprende con las manifestaciones de sincretismo religioso de la población local. La noche anterior a la procesión católica, el francés participa de un culto de origen afro-brasileño en honor a San Jorge y acaba ayudando a un residente local al día siguiente a cumplir su promesa al Señor Buen Jesús de Iguape, cargando una piedra de cincuenta kilos.
Albert Camus es considerado más un escritor que un filósofo y nunca siguió alguna ideología, criticando, por ejemplo, el marxismo, a pesar de su origen humilde y la preocupación constante con las desigualdades sociales. En esta antología, todos los cuentos están relacionados de alguna manera y se encuentran adaptados a la persona con el papel que se espera de él en la sociedad, ya sea en el campo político, social o religioso. Encontramos diversas formas de representar el aislamiento que muchas veces somete al individuo a la búsqueda de su realización plena, que solemos llamar felicidad. En el simbolismo de Camus, se trata del eterno contraste entre el exilio y el reino.