Hablamos de la última novela de Delphine de Vigan: Basada en Hechos Reales.
Tras el gran éxito de su último libro, en el que revelaba inquietantes secretos familiares, Delphine se ve ante la temible pregunta: ¿qué viene después de un texto tan personal, que conmueve tantos lectores? La inercia. El éxito la fragiliza a tal punto que la deja completamente vulnerable. Así, ya no es capaz de escribir ni una línea, ni siquiera sentarse delante del ordenador o sujetar un lápiz. Está agotada, y vive atormentada por la presión de su próxima obra.
En este escenario de fragilidad, Delphine conoce a L., una mujer sofisticada, segura, femenina, carismática y atractiva. L. parece tener un pasado misterioso, trabaja como ghost writer, y entra de modo insidioso en la vida de la escritora, que ve en la amistad una forma de superar su bloqueo creativo. L. es la amiga perfecta, siempre disponible, y luego pasa a interferir en los aspectos más íntimos de la vida de Delphine. El dominio de una sobre la otra es inesperado. La conexión entre ellas parece… increíble.
Como sabemos, el Delphine es una escritora cuyo libro con sus experiencias personales y familiares se han vendido millones de ejemplares y tuvo un gran éxito con el público. Ahora vive con la presión de su siguiente historia y no puede escribir nada más. Como nos percatamos en la sinopsis, el personaje tiene el mismo nombre de la autora y en diversas entrevistas concedidas, De Vigan reconoció que pasó por varias situaciones similares a las señaladas en la obra, incluyendo el bendito bloqueo creativo venido después de un libro de éxito rotundo.
La escritura es ligera y evoluciona de forma meticulosa. No hay prisa para llegar a ningún clímax. Acompañamos a los relatos de Delphine acerca de un determinado período de su vida, de su relación amorosa, la salida de los hijos de la casa de estudios, la angustia y la búsqueda del tema del libro y el momento en que conoce a L.
L. se presenta como alguien que desempeña un papel ficticio. El clima de thriller de suspense es claro, sin embargo débil. La trama, incluso, amenaza con llegar a un tono más agitado, cerca del final, pero sólo se queda en eso, en una amenaza.
A fin de cuentas, todas las situaciones que implican a Delphine y L. nos llevan al debate sobre si existe una ciencia absoluta en las historias contadas en los libros o si la realidad se puede ocultar detrás de algunos puntos. Y esto vale para lo contrario: ¿existe una realidad absoluta o es que los rasgos de la ficción pueden aparecer para decorar mejor el escenario? ¿Es posible separar lo uno de lo otro? Este es el núcleo de la obra.
El resultado es un libro para ser leído con mucha atención y que puede sonar extremadamente aburrido en muchos momentos. A pesar de un estilo ligero de la narrativa, la historia requiere concentración.
El libro será llevado al cine bajo la dirección de Roman Polanski (El Pianista). Y puede ser uno de los raros casos en que una película resulta mejor que el libro.